En la Ruta 66. |
Par algunos, Williams es un pueblo cercano al Gran Cañón y a otros atractivos naturales, es un destino para ir a practicar senderismo y otras actividades; para mí, ese es el verdadero Radiador Springs, con sus anuncios neón, la Ruta 66 y su estilo vintage, es como estar en ese pueblo imaginario de Disney-Pixar.
Williams, en Arizona, es Radiador Springs
Williams está en el condado de Coconin, en el estado de Arizona y se encuentra a poco menos de 100 kilómetros al sur del Grand Canyon; mucha gente acude hasta este pueblo atraídos por la cercanía y tren que lo conecta con ese famoso cañón. O bien, por su aproximación con Kaibab National Forest y Bill Williams Mountain, donde se hace se puede acampar y realizar deportes de aventura.
Por otra parte, pese a que hoy en día todo el tráfico es redirigido a la Interestatal 40, en Williams aún llega mucha gente con la ilusión de transitar aunque sea un poco por la famosa y mítica Ruta 66, que atraviesa precisamente por el centro del pueblo.
Las tiendas en Williams. |
Así las cosas, caminé por las calles de Williams por la noche, escuché los sonidos del rock and roll que salía de las cafeterías y tiendas, vi los anuncios neón, los emblemas de la Ruta 66 y me dije: esto es Radiador Springs.
Con su gente amable, sus tiendas de souvernirs donde abundan los llaveros, playeras, tazas e imanes de “Ruta 66”, además de infinidad de productos que nos remontan a otra época, ir a Williams es también hacer un viaje a los 50´s y el Rock and Roll, porque se escucha por doquier la música de Elvis Presley, Jerry Lee Lewis, The Platters y Chuck Berry entre otros; qué delicia entrar a un establecimiento, elegir los regalitos y comprar mientras suenan canciones como What'd I Say de Ray Charles o Long Tall Sally de Little Richard.
Para ir a Williams, lo mejor será en un road trip pues desde Phoenix son unos 180 kilómetros de trayecto, así que te tomará unas 3 horas llegar hasta allá. O bien, puedes ir en tren porque cuenta con una estación de Amtrak.
Fue corta mi visita, pero quedé en cantada con Williams, donde sinceramente esperaba que en cualquier momento apareciera por la calle Rayo McQueen, Mate, Luigi, Sally o Doc Hudson; si bien no encontré ni la Cafetería de Flo ni el Hotel de Sally, sí me topé con el ambiente que me transportó hasta un pueblo imaginario salido de la película Cars.
Como en Cars Land. |